
Propiedades de la fruta: las vitaminas
A grandes rasgos, nos encontramos:
Las vitaminas del grupo B son esenciales para mantener un metabolismo activo. Algunas de ellas están implicadas en la degradación de los macronutrientes en el organismo, es decir, que nos ayudan a obtener energía. Ayudan además a mantener la salud del sistema cardiovascular, sistema nervioso y la regeneración celular para prevenir mutaciones en el ADN.
La vitamina A ó retinol participa en la regeneración celular como la vitamina B9 ó ácido fólico. Tiene una actividad importante sobre la visión, mejorando la capacidad de ver en la oscuridad.
La vitamina C, ¿por qué es tan importante?
Es una vitamina fundamental para el desarrollo normal del cuerpo humano. El consumo de esta vitamina debe ser diario, ya que al ser hidrosoluble el cuerpo actúa de manera inteligente expulsando diariamente la cantidad sobrante a través de la orina. Ésta vitamina no se almacena en el cuerpo, ni tampoco la produce por sí sólo. Todas las frutas y verduras contienen algo de vitamina C, por ello es tan importante cumplir “las 5 al día”.
Es una vitamina necesaria para el crecimiento y reparación de todos los tejidos del cuerpo.
Es muy conocida por mejorar la absorción del hierro, si carecemos de vitamina C puede favorecer la aparición de anemia.
Es un potente antioxidante que ayuda a contrarrestar el daño causado por los radicales libres, evitando el proceso de envejecimiento y la aparición de diferentes cánceres, cardiopatías y trastornos como la artritis.
La vitamina E tiene una misión directa en el cuerpo como antioxidante, también ayuda a mantener alerta el sistema inmune.
La vitamina D favorece la absorción de minerales fundamentales para los huesos y músculos como lo son el calcio y el fósforo.
Propiedades de la fruta: los minerales
La fruta contiene además cantidad de minerales y oligoelementos en concentraciones variables. Los más necesarios como el calcio, fósforo (ya nombrados anteriormente), potasio que contrarresta el sodio y alcaliniza el organismo fundamentalmente y el tan conocido hierro que es un mineral esencial para oxigenar el cuerpo. Igualmente el zinc con una acción que favorece las defensas del cuerpo (sistema inmune), el yodo implicado en la glándula tiroides y el magnesio fundamental en las principales funciones fisiológicas como la síntesis de proteínas.



















