La fruta que ayuda a regular el azúcar en sangre, a mejorar la digestión y a reducir el colesterol
La fruta que ayuda a regular el azúcar en sangre, a mejorar la digestión y a reducir el colesterol
Distintos estudios han analizado su potencial para actuar como alimento funcional, mostrando efectos antidiabéticos, digestivos, hipolipemiantes y cardio protectores.
El azúcar elevado en sangre y el colesterol alto son dos de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, una de las primeras causas de mortalidad a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, las patologías del corazón provocan más de 17,9 millones de muertes al año, muchas de ellas prevenibles con cambios en los hábitos de vida.
Estos desequilibrios en el organismo no solo comprometen la salud vascular, sino que también se asocian a complicaciones metabólicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión o el hígado graso. Por este motivo, la alimentación desempeña un papel determinante en la prevención y control de estos trastornos, y la ciencia continúa investigando qué alimentos pueden contribuir a regular los niveles de glucosa y lípidos en sangre de forma natural.
Una fruta ancestral
La pera ha sido utilizada durante siglos tanto como alimento como en la medicina tradicional. Actualmente, distintos estudios in vitro, in vivo y en humanos han analizado su potencial para actuar como alimento funcional, mostrando efectos antidiabéticos, digestivos, hipolipemiantes y cardio protectores, según recoge una revisión científica internacional.
La composición de la pera incluye principalmente agua (alrededor del 80 %), azúcares como fructosa y sorbitol (15 %) y fibra (2 %). También aporta minerales como potasio, magnesio, calcio y hierro, y ácidos orgánicos (cítrico, málico y ascórbico), con beneficios para el equilibrio ácido-base del organismo.
Propiedades antidiabéticas y digestivas de la pera
La presencia de flavonoides, ácidos fenólicos y triterpenoides convierte a esta fruta en un aliado frente a la hiperglucemia. Uno de los mecanismos propuestos es la inhibición de las enzimas alfa-amilasa y alfa-glucosidasa, responsables de la digestión de los hidratos de carbono. Esta acción reduce la absorción de glucosa tras las comidas, sin los efectos secundarios gastrointestinales que presentan algunos fármacos.
En modelos animales, los extractos de pera han demostrado una reducción significativa de la glucemia en ayunas. Estudios con cultivares asiáticos como la pera Yaguang, Hosui o Kosui han confirmado este efecto, asociado también a un posible aumento de la secreción de insulina desde las células beta pancreáticas. Además, el contenido en sorbitol, pectina, celulosa e inulina le otorgan propiedades prebióticas y laxantes suaves, favoreciendo el tránsito intestinal y el crecimiento de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Enterococcus. Estos beneficios se concentran especialmente en la piel de la fruta, más rica en fibra y fitonutrientes que la pulpa.
Reducción del colesterol y beneficios cardiovasculares
El consumo de pera también ha sido relacionado con una mejora del perfil lipídico, especialmente en situaciones de hiperglucemia. En estudios con ratas, la administración de extracto de pulpa de Pyrus communis redujo los niveles de colesterol total, triglicéridos y colesterol LDL, al tiempo que incrementaba el colesterol HDL, considerado protector.
Los efectos fueron aún más marcados cuando se utilizaron cáscaras de pera, lo que sugiere que componentes como la catequina y otros polifenoles podrían ser los principales responsables del efecto hipolipemiante. En uno de los estudios revisados, se observó una reducción del colesterol LDL del 33,3 % en comparación con los animales de control.
Entre los compuestos bioactivos más destacados se encuentra el ácido clorogénico, presente en la cáscara, que ha demostrado propiedades antioxidantes, mejora de la función vascular y protección frente al daño celular inducido por radicales libres. Estos mecanismos contribuyen al efecto cardio protector atribuido a esta fruta.
“Hemos descubierto que las peras tienen muchos compuestos activos, como flavonoides, triterpenoides y ácidos fenólicos. La mayoría de los investigadores coinciden en que los compuestos beneficiosos se concentran en las cáscaras”, señalan los autores de la revisión. A ello se suma su bajo contenido calórico, su sabor dulce natural y su buena tolerancia digestiva, lo que convierte a la pera en una opción interesante dentro de una dieta equilibrada.
Sus propiedades van más allá del valor nutricional básico, y podrían tener aplicación futura como alternativa fitoterapéutica en personas con diabetes tipo 2, dislipemias o problemas digestivos.